domingo, 20 de marzo de 2011

La verdadera historia del Carrefour

Bueno, esta historia es una parida rara que hicimos entre mi amiga liloncia y yo, es de todo menos normal, pero es super divertida, así que espero que os guste leerla tanto como a nosotras hacerla.

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Erase una vez un chiringuito en medio del desierto de Egipto, el cual era llevado por un hombre llamado José Antonio.

José Antonio no tenia muchos clientes, ya que su pequeño chiringuito se encontraba en un sitio poco transitado. Pos esta razón, el umilde chico de Cadiz llamado José Antonio decidió llevar su chiringuito a un lugar más transitado.

Así fue como Jose Antonio y su chiringuito si mudaron al Valle de lo reyes, justo frente a la tumba del difunto faraón Tutankamon.
Un día el chirnguitero se decidió a visitar a su vecino, bueno, más bien su tumba. Y así, el joven José Antonio conoció a su próximo empleado.

Tras mucho hablar con el, consiguió convencer a Tutankamon de ser su empleado en el chiringuito, aunque este se sentía un poco avergonzado, ya que José Antonio le había plantado una camiseta publicitaria del chiringuito, y también le había puesto a asar sardinas, aunque la mitad se le quemaran.

Ahora que José Antonio tenia un empleado decidió darse una vuelta por las demás tumbas a ver si reclutaba más empleados, eso si, siempre le quedaba el miedo de que Tutankamon le destruyera el chiringuito.

Lo intento con muchos faraones, pero todos eran viejos aburridos que no querían trabajar. Viendo que de los hombres no sacaría nada, cogió el primer desvio a la derecha y tiró recto hacia el Valle de las reinas. Allí, encontró a su próxima víctima. Una hermosa reina de nombre Cleopatra.
Habló un rato con ella y la convenció enseguida, ya que ella estaba deseosa de trabajar, y para ser sinceros, no sabia lo que la esperaba. Así se fueron juntos hacia el chiringuito de José Antonio.

Como el camino era muy largo y Cleopatra muy lenta, les dio tiempo a hablar un rato, así, José Antonio descubrió que Cleopatra en realidad era española, gallega para ser más exactos.

Las cosas marchaban bien en el chiringuito de José Antonio. Tutankamon y Cleopatra estuvieron a punto de cargarse el chiringuito un par de veces, ya que no sabían asar sardinas, pero no pasa nada, como José Antonio a demás de chiringuitero era mago hizo un conjuro super megas especial y en un tris estaba lloviendo sobre el chiringuito, gracias a el no hubo ningún herido, escepto la camiseta de Tutankamon, aunque para su desgracia José Antonio le dio otra para que no se sintiera triste sin ella.

Un día la "tranquilidad" del chiringuito se vio turbada, porque de repente apareció por allí Julio Cesar en una cuadriga tuneada.

Juan Antonio aprovechó la oportunidad y recluto un nuevo esclavo, digo empleado, pero resulto que J.C (le gusta que le llamen así, me lo a contado José Antonio) también tenia una historia que contar, digamos que era algo así como su pasado oculto detrás de la historia.

Bueno, resulta que un día estaba en Roma, y como se aburría tanto, para divertirse les gasto una bromita, que consistía exactamente en estafarles a lo bestia 30 millones de euros y largarse a Miami a por una cuadriga tuneada nueva.

Como a J.C le sobró dinero, se lo dio a José Antonio, quien amplió su chiringuito y además hizo muchos más por todo el mundo, eso si, cambiandole el nombre a Carrefour, ya que el nombre de José Antonio y sus esclavos no tenia mucho tirón comercial.

Y esta, amigos mios, es la verdadera historia del Carrefour, que aunque digan que no, esta hecha made in José Antonio.

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